Los estudios históricos y las biografías
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Los tres ensayos que componen este volumen: Teoría y praxis del género biográfico, Reinterpretación de Antonio Nicolás Briceño y Fuera del suelo natal, fueron concebidos y desarrollados en circunstancias y tiempos distintos y siendo independientes unos de otros, forman un tríptico coherente en el que el primero de ellos ilumina a los otros y estos le hacen justicia a aquel. La biografía, género al que el autor ha contribuido generosamente, constituye una de las formas literarias más cercanas al lector, ya que dilucida, o pretende hacerlo, el sentido de una vida, su trayectoria, sus motivos centrales o su obra. Este libro constituye un aporte imprescindible para historiadores, biógrafos y estudiosos de las diversas áreas de las humanidades así como una lectura placentera y enriquecedora para el lector no especializado.
El amplio conocimiento de las fuentes que posee el autor se revela en las referencias a autores universales como Dilthey, Maurois o Carlyle, entre muchos otros, junto a los trabajos de Enrique Bernardo Núñez, Rafael María Baralt, Ramón Díaz o Arturo Uslar Pietri y las obras biográficas imprescindibles de nuestra historia: las de Juan Vicente González, Jacinto Regino Pachano o Laureano Villanueva, dando así a nuestros autores la importancia que merecen a la vez que nos descubre la pasión de Frassato por esta su segunda patria, pasión que por cierto se deja ver en toda su obra.
El segundo ensayo es, si se quiere, una reivindicación o al menos un intento de restablecer un equilibrio interpretativo sobre una vida por demás interesante de uno de los protagonistas de nuestra independencia. Se trata de Antonio Nicolás Briceño, el “Diablo Briceño”. En palabras del autor, siempre se ha presentado como cruel, desalmado, sanguinario, criminal y siniestro. En este ensayo y gracias al arte que Frassato ha analizado anteriormente, Briceño emerge como una figura compleja con luces y sombras, a la que podemos aproximarnos humanamente. Se trata, sin duda, de un mérito de no poca importancia.
El tercer ensayo trata del exilio, de la separación de los seres y lugares queridos, un tema de gran repercusión en el lector contemporáneo, cuyo sufrimiento es hoy un mal general y que en estas páginas puede encontrar, si no un consuelo, al menos un recurso espiritual para mirar las cosas con una perspectiva más amplia. En efecto, el problema del exilio, de las múltiples lejanías que se han ido tejiendo en los últimos años, hoy nos confronta con la dolorosa cifra de casi cinco millones de venezolanos en el exterior, tal vez la mayoría no solo contra su voluntad sino en condiciones muy precarias. Frassato nos recuerda a grandes hombres de esta patria que en su momento vivieron el exilio y sus reflexiones son tan oportunas como refrescantes: en un mundo de dolor y sufrimiento, es bueno saber que existen estudiosos que abordan estos temas con la profundidad que permite vislumbrar un sentido. Figuras como Francisco de Miranda, José Antonio Páez, y el mismísimo Libertador Simón Bolívar, Juan Germán Roscio, Simón Rodríguez, o José María Vargas, todas personalidades extraordinarias, así como muchos otros de los ámbitos militares, políticos y civiles, padecieron esta condición que en su momento se propuso como un castigo (o una venganza) y que hoy es un destino planetario.
El lector o lectora de este libro -es el efecto que causó en quien esto escribe- no solo comprenderá mejor un género histórico y literario de tanta relevancia como la biografía, así como los otros temas aquí tratados, sino, más importante, disfrutará del encuentro con la erudición y la elegancia de una prosa suave, cristalina, educada y amable. Si la afirmación del conde de Buffon es cierta, que el estilo es el hombre, no hay duda de que, quienes tengan el privilegio de conocer personalmente al autor, comprobarán que las virtudes de su escritura son el reflejo fiel de su persona.
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(libro de bolsillo)
Luigi Frassato
professor, historiador, escritor
Luigi Frassato nació en Tonengo di Mazzé, en la provincia de Turín en Italia, en 1940; y reside en Venezuela desde 1956. Es Licenciado en Educación por la Universidad de Carabobo (1972) y Magíster en Historia de América de la Universidad Católica Andrés Bello (1989). Ha publicado diversas biografías históricas y ensayos sobre historia, pedagogía y epistemología. Es profesor emérito de la Universidad de Carabobo.
professor, historian, writer
Luigi Frassato was born in Tonengo di Mazzé, in the province of Turin in Italy, in 1940; and he lives in Venezuela since 1956. He has a degree in Education from the University of Carabobo (1972) and a Master's in American History from the Andrés Bello Catholic University (1989). He has published various historical biographies and essays on history, pedagogy, and epistemology. He is a professor emeritus at the University of Carabobo.
Extracto del libro
Reinterpretación de Antonio Nicolás Briceño – Preámbulo
Esto no ha ocurrido entre los historiadores venezolanos y neogranadinos del siglo XIX al juzgar la actuación del Libertador Simón Bolívar y la del Diablo Briceño, en la llamada “Guerra a Muerte” (1813-1814) y en la “Campaña Admirable” del año 1813.
En cuanto al primero, se han esgrimido razones de peso para justificar su actuación; no así con Briceño a quien siempre se ha presentado como cruel, desalmado, sanguinario, criminal y siniestro.
Creo que no es necesario abundar con respecto al Libertador, porque a todo niño o niña de Venezuela, desde sus primeros años, se le da a conocer vida, obras, doctrinas y méritos del Padre de la Patria, con justa admiración y patriótico respeto.
Me propongo, en cambio, reinterpretar la memoria histórica de Antonio Nicolás Briceño (1782-1813); es llamativo que el 15 de junio de 2013 no se hayan conmemorado los doscientos años de su horrible y heroica muerte: fusilamiento y desmembramiento por los agentes “realistas” en la Plaza Dolores de Barinas, cuando apenas tenía 31 años de edad.
Cuando se crea y mantiene por un período relativamente largo una matriz de opinión con respecto a un proceso, hecho o personaje histórico, se hace difícil cambiar esa matriz, porque pareciera que, a fuerza de repetir una mentira, ésta se volviera, cuando menos, una media verdad; pareciera cumplirse el lema atribuido a Voltaire: “Calumniad, calumniad, que algo quedará”.
Por ejemplo, releyendo la historia del largo y complejo proceso de ruptura colonial, afirmación de la Independencia de Venezuela y de su separación de la Gran Colombia (1810-1830), se detecta que algunos hechos y personajes intervinientes en ese proceso han sido insuficientemente explicados, poco comprendidos o hasta maltratados, especialmente si estuvieron en posiciones parcial o totalmente contrarias a las del Libertador Simón Bolívar. Es el caso de Antonio Nicolás Briceño, apodado “El Diablo Briceño”, sobre cuya vida, obra, muerte y memoria intentaré modificar un tanto la matriz de opinión con este ensayo.
Ante todo, me parece conveniente señalar que los Briceño a finales de la Colonia y comienzos de la Independencia, constituían una de las grandes familias notables no sólo en su originario Trujillo sino también en Barinas, Mérida, Táchira, Zulia y Caracas. Los Briceño dieron a la República importantes abogados, políticos, eclesiásticos, militares, educadores y médicos; como, por ejemplo, Domingo Briceño y Briceño, Emigdio Briceño, José de Briceño, Justo Briceño, Mariano de Briceño, Antonio María Briceño Altube, Santiago Briceño, Santiago Briceño Ayesterán, Pedro Briceño Méndez, Juan Pablo Briceño Pacheco, Juan José Briceño Angulo, Pedro Briceño Pumar, Ramón María Briceño Vásquez…
Además, es oportuno señalar que los Briceño eran descendientes de Sancho Briceño (1506-1565), primer Procurador de la Provincia de Venezuela ante la Corte de España; había nacido en Arévalo del Rey (España) y fallecido en Trujillo (Venezuela). Lo curioso es que este Sancho Briceño fue séptimo abuelo de Simón Bolívar, de Cristóbal Mendoza y de Antonio Nicolás Briceño.